Lo que vino después de los síntomas
o más bien paralelos a ellos fue un “No soy yo” ya que... era cierto, la que vivía
en mi cuerpo desde ese momento ya no era yo, pues deje de ser la dueña de mis
propios deseos, todo aquello que tanto amaba hacer de pronto dejo de ser tan amado
por mí, es decir ni lo que me gustaba
hacer, ni lo que me gustaba escuchar, ver o comer me era ya agradable o
placentero, prefería no escuchar música, mi amado Hard-rock y Grunge dejaron de
parecerme lo mejor de lo mejor, empecé a ver poca televisión, a no comer mis amados
chocolates, chifa, pollo a la brasa, frapuccinos, helados y toda clase de
comida chatarra. Escuchaba miles de veces: “No que antes te gustaba” “No que
esto te encantaba comer” - cierto eso
fue antes, antes cuando YO solía ser yo, cuando tenía poder sobre mi cuerpo. La
cabeza siempre me reventaba y dormía excesivamente. Se sentía incluso muy pero muy raro darme cuenta que mi aguante ya no era
como el de antes, tenía que salir al sol a recargarme tipo “WALLY” pues el
estar metida dentro de la casa ya no me ayudaba mucho, tenía que sentir el aire
libre, caminar y pasear por las calles de Jesús María para ver si algún bocadillo
de por allí me provocaba y por obra y gracia de dios podría engullirlo por
completo sin necesidad de regresarlo, lo cual ocurría muy escasas veces. Solía ser carnívora, amaba
tener animales muertos en mi plato, pero algo que mi hijo heredo de su padre
fue las pocas ganas de comer carne, por lo tanto. YO Ya NO comía carne, tampoco era vegetariana...
ojo… tampoco me caían tan bien las verduras, como repito, simplemente… No era
yo.
Debo
reconocer que aunque amaba mucho a mi bebe, el hecho de que aun fuera pequeño y
no pudiera sentirlo todavía me hacía pensar en mis adentros que tal vez todo sería
un sueño y un día de estos despertaría. Que los síntomas desaparecerían y seguiría
con mi vida como antes, tenía un no sé qué, que aun siento a veces, que me hace
sentir mucho miedo. Aun así lo importante era que las nauseas iban menguando, (no
del todo ya que hasta el día de hoy siento nauseas) me sentía mejor cuando pensaba
que si comía algo por mas que fuera una mínima cosa, sería buena para mi hijo y
que a pesar de mi escepticismo él seguiría creciendo y así fue, de un momento a
otro ya no era un simple circulito en la ecografía… Ya tenía forma de “Chisito”…
tan chiquito y peleando por convertirse en un ser humano… jajá… tan chiquito y
causando grandes cambios en mi cuerpo, tan chiquito y apoderándose de mí.
Esta fue la segunda ecografia y hasta allí.. era todo un señor chisito =)
¡Hola! gracias por tu visita a mi blog. Me alegro que te gustara mi relato egipcio. Me pasaré de vez en cuando también. Es interesante leer un diario como el tuyo, personal, que atañe tan directamente a lo que sentiste, cómo te sentiste en esa situación personal. Es como una conversación frente a una mesa tomando café entre amigos. Me gusta. Un saludo
ResponderEliminaraun no he terminado de leer tus otros relatos pero algo me dice que tienen el mismo estilo que esta, gracias tambien por tu visita :)
Eliminarsaludos
Me gusta como relatas tu transformación en otra persona cuando dentro de ti està naciendo vida.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias por tu visita.. aprovechare para darle un vistazo a tu blog :)
Eliminarsaludos